¿Neologismos con fecha de caducidad? El caso de 1984 y sus traducciones al español
Table
Contextualización de Nineteen Eighty-Four, de George Orwell
La Skopostheorie y la teoría de la retraducción
Abstract
Italiano | IngleseEste estudio tiene como objetivo analizar las variaciones que han aparecido en las retraducciones al español de los neologismos literarios en la novela Nineteen Eighty-Four de George Orwell, con el fin de observar si el paso del tiempo ha tenido algún efecto sobre las decisiones tomadas por los traductores en cada una de las traducciones de los neologismos de la obra hacia el español. Por cuestiones de espacio, limitaremos el corpus de estudio a únicamente cinco neologismos, por tratarse de los que más variaciones presentan: Newspeak, Oldspeak, ink-pencil, telescreen y speak-write.
De estos neologismos, Newspeak y Oldspeak, presentan variaciones en las últimas retraducciones que coinciden con las tendencias traductológicas actuales, que se alejan paulatinamente de la literalidad y se centran en el efecto que generen las traducciones en el público meta. Los otros tres neologismos observados, telescreen, speak-write e ink-pencil, se corresponden con dispositivos tecnológicos que inventó Orwell cuando redactó la novela y que, dado el avance tecnológico que ha experimentado la sociedad en las últimas décadas, sí han llegado a formar parte de nuestra vida en el mundo real. Cada uno de ellos muestra una tendencia traductológica diferente.
palabras clave: Neologismo, público origen, público meta, retraducción, Nineteen Eighty-Four, George Orwell
Los neologismos literarios
«Las palabras, como manifestación de la actividad simbólica del hombre, nacen de la voluntad de representar las cosas» (Giraldo 2016: 40). La cita con la que he decidido comenzar esta breve trabajo hace referencia a dos cuestiones principales: por un lado, a la capacidad de abstracción de la mente humana, en cuyo seno nació el lenguaje tal y como lo conocemos hoy; y, por otro, a la necesidad de dar nombre a ideas o realidades nuevas, recién nacidas, que no existían con anterioridad.
Hoy en día, la sociedad convive con la necesidad de «bautizar» los millares de avances tecnológicos y sociales que nos rodean: no tardaremos mucho en encontrar, como mínimo, diez palabras que no existían hace diez años y que podríamos considerar nuevas. Sin embargo, las ideas nuevas y desconocidas no existen solamente en el mundo real: la literatura, sobre todo la literatura fantástica y de ciencia ficción, es el caldo de cultivo de una enorme cantidad de neologismos.
En este estudio, cada vez que se hable de neologismos, nos referiremos a los «neologismos literarios». Estos neologismos presentan diferencias fundamentales con los neologismos propiamente dichos, en tanto que nacen no de la necesidad de nombrar una nueva realidad, sino de la voluntad de crearla. Se encuentran a mitad de camino entre los ocasionalismos y los neologismos propiamente dichos: no se les puede considerar neologismos al uso, puesto que nunca completarán el proceso neológico ni pasarán a formar parte del habla cotidiana, como sí ha ocurrido con palabras como «covid-19» o «test de antígenos»; sin embargo, tampoco desaparecerán tras uno o dos usos, como sucede con los ocasionalismos, puesto que permanecerán vivos e inmutables en el universo literario en el que fueron creados (véase, para más información, Bueno y Freixa 2020). Existen excepciones, por supuesto: algunos neologismos literarios, tales como orco, liliputiense o Gran Hermano, sí se utilizan de manera más o menos habitual en el español cotidiano; sin embargo, la gran mayoría nunca llega a cruzar la línea que los separa de la realidad.
Contextualización de Nineteen Eighty-Four, de George Orwell
El último de los ejemplos que mencioné en el párrafo anterior, Gran Hermano, tiene su origen en la traducción al español de la obra Nineteen Eighty-Four, escrita por George Orwell a finales de la década de los cuarenta. Junto con Animal Farm, otra de sus obras más famosas, Nineteen Eighty-Four ha sido el foco de numerosísimos estudios y análisis debido, entre otros, a su contenido político, filosófico e ideológico. Su historia se desarrolla en un futuro distópico, en el que el mundo se halla dividido en tres grandes bloques que libran una guerra constante. El protagonista de la obra, Winston Smith, vive en la ciudad de Londres, situada en el bloque de Eurasia. El Gran Hermano, una de las traducciones al español de Big Brother, gobierna esta región con mano de hierro: mantiene a la ciudadanía bajo una vigilancia constante, tanto en lugares públicos como dentro de sus hogares, gracias a unos dispositivos denominados telepantallas, y ajusticia a cualquiera que muestre algún signo de disidencia, aunque se trate únicamente de un gesto facial involuntario.
El Newspeak y su influencia sobre los neologismos literarios
El otro elemento de Nineteen Eighty-Four que ha captado la atención de gran cantidad de estudios es el lenguaje inventado por Orwell específicamente para esta obra, el Newspeak. Más que de un lenguaje, podría considerarse un antilenguaje, puesto que su único propósito es reducir el vocabulario y los signos lingüísticos hasta un punto en el que se vean limitadas las capacidades de comunicación, abstracción y razonamiento de sus hablantes (Robert, 2018). Tal y como afirma el propio Orwell en el apéndice que incluyó al final de Nineteen Eighty-Four,
The purpose of Newspeak was not only to provide a medium of expression for the worldview and mental habits proper to the devotees of Ingsoc [name of the ruling Party], but to make all other modes of thought impossible (…) at least so far that thought is dependent on words. (Orwell, 2000: 270)
Esta es la conclusión a la que también llegaron otros análisis de la obra, tales como el que realizó Olivia de Miguel, quien tradujo Nineteen Eighty-Four al español en el año 1998 para la editorial Círculo de Lectores:
[el Newspeak es] uno de los instrumentos que el Partido utiliza para destruir la posibilidad de cualquier forma de pensamiento heterodoxo y, por tanto, de pensamiento: la manipulación del lenguaje y la creación de una lengua artificial que no permita la comunicación de la experiencia humana, en la que las palabras queden despojadas de polisemia, ambigüedad y capacidad de juego, ironía y equívoco. (De Miguel, 1998: 107)
Aunque este estudio no se centre específicamente en el Newspeak, merece la pena mencionar brevemente sus características principales, puesto que los neologismos en Oldspeak o inglés estándar que aparecen en Nineteen Eighty-Four muestran cierta tendencia hacia esta nueva lengua.
El primer aspecto interesante es la reducción de vocabulario: uno de los principales cambios que supone el Newspeak con respecto al Oldspeak es la ausencia de antónimos. No son necesarios, dado que cada concepto puede negarse (en Newspeak) añadiéndole el prefijo un-. Por tanto, ante el par true y false, podría substituirse true por unfalse, o false por untrue. Llegados a este punto, según Orwell (2000: 273), «All that was necessary, in any case in which two words formed a natural pair of opposites, was to decide which one of them to suppress».
El segundo punto que destaca en la gramática del Newspeak es la intercambiabilidad terminológica: «Any word in the language (in principle this applied to even very abstract words, such as if or when) could be used either as a verb, noun, adjective or adverb» (Orwell, 2000: 272). Así, se recortan los matices y las ambigüedades que pueda presentar una palabra al cambiar de categoría gramatical, como sucedería, si extrapolamos esta premisa, con los términos españoles sentir (aplicado en sentido tanto físico como emocional, con todas sus connotaciones) y sentimiento. Solo se permitiría una derivación del verbo sentir y, además, mantendría solamente una de sus muchas acepciones (muy probablemente, en sentido físico), cortando de raíz el resto de las connotaciones que este término pudiera evocar en una mente sensible.
El tercer punto, y uno de los más relevantes con vistas a la traducción de Nineteen Eighty-Four, es la eufonía: todas las reglas anteriores se pueden modificar para que la palabra sea simple en cuanto a pronunciación y comprensión. En palabras de Orwell, «A word which was difficult to utter, or was liable to be incorrectly heard, was held to be ipso facto a bad word» (2000: 273).
Por último, cabe mencionar también la división del vocabulario del Newspeak. Las palabras se clasifican en tres categorías: Léxico A, Léxico B y Léxico C. El Léxico A está formado por las palabras que se emplean para designar actos y objetos de la vida cotidiana, tales como «salir a comprar», «trabajar»… El Léxico B comprende el vocabulario del discurso político y de la expresión del pensamiento. Tal vez se trate del grupo de vocabulario más interesante desde un punto de vista lingüístico, puesto que este tipo de lenguaje está tradicionalmente plagado de ambigüedades, verdades dichas a medias y significados ocultos. Para terminar, el Léxico C engloba el vocabulario científico y técnico, y sus términos son incluso similares a los del inglés estándar.
La influencia del Newspeak sobre los neologismos de Nineteen Eighty-Four se percibe en la utilización de prefijos para formar distintos tipos de palabra, la eufonía y simplicidad fonética, y la limitación del vocabulario de cada personaje, que depende de su profesión o estatus social, puesto que no todo el mundo tiene acceso a todos los grupos de léxico.
Además del Newspeak, Orwell inventó también palabras en inglés estándar. Cuando comenzó a redactar la obra en el año 1948, quiso crear un futuro lejano y tecnológico, lleno de dispositivos e inventos que la población de la época apenas podía imaginar. Aparte de neologismos referentes a las fuerzas de seguridad, al gobierno o a la demografía del Londres orwelliano, destacan por su creatividad las palabras que dan nombre a la tecnología imaginada por Orwell. Ejemplos de esto serían las ya mencionadas telescreens o «telepantallas»; los speak-write, unas máquinas dotadas de un micrófono que escriben en un papel cualquier cosa que se les dicte; o un invento muy reciente de aquella época, el bolígrafo o, en palabras de Orwell, ink-pencil.
Para continuar con nuestro estudio, resulta interesante recordar dos teorías: una de las teorías más famosas de los Estudios de Traducción, la Skopostheorie, y la teoría de la retraducción.
La Skopostheorie y la teoría de la retraducción
La Teoría del Escopo o Skopostheorie, planteada en 1984 por Reiss y Vermeer, especifica que
«Each text is produced for a given purpose and should serve this purpose». Al plantearnos cuál sería el objetivo o la finalidad que perseguía Orwell cuando redactaba Nineteen Eighty-Four, podemos deducir que, aparte de elaborar una crítica política e ideológica, buscaba también lo que por norma general buscan las novelas de ciencia ficción: evadir a sus lectores del mundo real, sorprenderlos, intrigarlos, y lograr que se zambullan en un universo ficticio. Por ende, las traducciones que se elaboren de esta obra también deben ensalzar ese elemento ficticio, sin perder ni un ápice de sus rarezas.
En lo que se refiere a la retraducción, citamos un muy buen resumen publicado por Desmidt:
Retranslations result from the wish to meet the requirements of the receiving culture, requirements that are obviously not (no longer or not entirely) met by the existing translation(s). As cultures continuously change, every generation may take a different view on what is a good, i.e., functional, translation and may ask for the creation of a new translation. (Desmidt 2009)
La calidad de una traducción depende completamente del público meta que la reciba: si el público meta cambia, puede que la traducción pierda la capacidad de despertar en él las mismas sensaciones que despertaba en el público original. La teoría de la retraducción defiende que, llegado ese caso, resultaría necesario elaborar una nueva traducción que se ajustase a las necesidades de los nuevos destinatarios. Los cambios en el público meta suelen producirse principalmente por dos motivos: bien porque se intente adaptar la traducción a una nueva audiencia, como podría ser el público infantil o juvenil, o la comunidad sorda; bien porque el paso del tiempo desencadene cambios culturales, sociales o ideológicos en el público de destino, tales como el paso de un régimen totalitario a uno democrático o como la influencia de movimientos sociales tales como el feminismo o los defendidos por la comunidad LGTBIQ+.
Precisamente el paso del tiempo es lo que dota de tanto interés a la traducción de Nineteen Eighty-Four: a fin de cuentas, George Orwell inventó en el año 1948 unos dispositivos futuristas, prácticamente inimaginables, que eran cotidianos en el año (ficticio) de 1984. Por una parte, el año 1984 ya se considera el pasado en el público meta actual. Por otra, Nineteen Eighy-Four guarda una diferencia enorme con otras novelas del género, tales como Brave New World o Do Androids Dream of Electric Sheep?, más conocida por su adaptación cinematográfica como Blade Runner: mientras que la mayoría de los neologismos tecnológicos creados en estas otras novelas aún no forman parte de nuestro mundo (aunque sí haya algunas similitudes, o aunque hoy en día estemos más familiarizados con ciertos conceptos de lo que lo estábamos en los años cincuenta), debido al desarrollo tecnológico y digital que ha experimentado la sociedad en las últimas décadas, los neologismos de Nineteen Eighty-Four sí han terminado por aparecer en el mundo real; es más, forman parte de nuestra vida cotidiana. Han perdido todo el aire «futurista» que destilaban en la época de su publicación.
Hoy en día, gran cantidad de personas utiliza bolígrafos a diario. Cualquier PC puede emitir y a la vez grabar imágenes y sonidos, igual que una telepantalla o telescreen. Y los smartphones ya cuentan con aplicaciones de fábrica que pueden escribir cualquier cosa que se les dicte, en prácticamente cualquier idioma. ¿Acaso se nota este cambio de tendencia en las traducciones que se han publicado de Nineteen Eighty-Four en español?
Planteamiento y análisis del corpus de neologismos
Nineteen Eighty-Four se tradujo al español por primera vez en el año 1952, de manos de Rafael Vázquez Zamora, y con el título 1984. Desde entonces, se han sucedido las retraducciones hacia esta misma lengua meta, con textos meta publicados en los años 1983 (José Laín Entralgo), 1998 (Olivia de Miguel), 2003 (Babel S. A.), 2013 (Miguel Temprano García), 2021 (nada menos que cuatro traducciones diferentes en este mismo año: Juan Pascual Martínez Fernández, Arturo Bray, Ariel Dilon y León Arsenal) y 2022 (María José Martín Pinto).
En total, hemos detectado en la obra noventa y un neologismos originales que designan multitud de realidades distintas: marcas comerciales, instituciones gubernamentales, departamentos del gobierno, dispositivos tecnológicos, etc. Estos últimos son, a mis ojos, los más interesantes desde el punto de vista de la retraducción, en tanto que la sociedad de destino ha experimentado la revolución tecnológica y social que, como se comentaba, ha convertido la tecnología en una parte central de la vida cotidiana. Es probable que estos cambios culturales hayan afectado a la percepción que se tiene de la tecnología en la actualidad, por lo que los neologismos de Nineteen Eighty-Four que nombren dispositivos tecnológicos pueden resultar un ejemplo de cómo su traducción hacia el español se ha enfocado de manera diferente con el paso de los años.
Estos dispositivos se presentan en las dos tablas a continuación, Tabla 1 y Tabla 2. Dada la gran cantidad de textos traducidos en español, se ha decidido dividirlos en dos grupos: la Tabla 1 muestra las traducciones publicadas entre 1952 y 2013, y la Tabla 2, las publicadas en 2021 y 2022.
| 1952 | 1983 | 1998 | 2003 | 2013 |
Rafael Vázquez Zamora | José Laín Entralgo | Olivia de Miguel | Babel S. A. | Miguel Temprano García | |
Floating Fortress | fortaleza flotante | fortaleza flotante | Fortaleza Flotante | fortaleza flotante | Fortaleza Flotante |
ink-pencil | lápiz tinta | lápiz tinta | bolígrafo | lápiz tinta | tintalápiz |
memory hole | agujero de la memoria | agujero de la memoria | agujero del recuerdo | agujero de la memoria | agujero de memoria |
novel- writing machine | máquina de escribir novelas | máquina de escribir novelas | máquina de escribir novelas | máquina de escribir novelas | máquina de escribir noelas |
rocket bomb | bomba cohete | bomba cohete | proyectil teledirigido | bomba cohete | bomba volante |
speak-write | hablescribe | hablescribe | hablascribe | hablescribe | hablascribe |
telescreen | telepantalla | telepantalla | telepantalla | telepantalla | telepantalla |
versificator | versificador | versificador | versificador | versificador | versificador |
Tabla 1. Traducciones al español entre 1952 y 2013.
| 2021a | 2021b | 2021c | 2021d | 2022 |
Juan Pascual Martínez Fernández | Arturo Bray | Ariel Dilon | León Arsenal | María José Martínez Pinto | |
Floating Fortress | Fortaleza Flotante | Fortaleza Flotante | Fortaleza Flotante | Fortaleza Flotante | Fuerte Flotante |
ink-pencil | lápiz de tinta | lápiz cualquiera | lápiz de tinta | un simple lápiz | bolígrafo |
memory hole | agujeros de memoria | buzón de la memoria | agujero de la memoria | agujero de la memoria | agujero de la memoria |
novel-writing machine | máquina de escribir novelas | máquina para fabricar novelas | máquina de escribir novelas | máquina de escribir novelas | máquina de escribir novelas |
rocket bomb | cohete bomba | bomba voladora | cohete bomba | bomba cohete | cohete |
speak-write | hablascribe | hablaescribe | parlógrafo | hablaescribe | hablaescribe |
telescreen | telepantalla | telepantalla | telepantalla | telepantalla | telepantalla |
versificator | versificador | versificador | versificador | versificador | versificador |
Tabla 2. Traducciones al español en 2021 y 2022.
Como se puede observar, las primeras traducciones de Nineteen Eighty-Four están muy espaciadas entre sí: hay un mínimo de diez años entre cada retraducción. Sin embargo, esta tendencia cambia a partir del año 2021: este año se publicaron cuatro nuevas traducciones, seguidas de un nuevo texto en 2022. Aunque ha sido imposible dar con pruebas que lo demuestren, esto puede deberse al vencimiento de los derechos de autor de la novela en el año 2020.
En la tabla se observan tres tendencias diferentes en lo que respecta al enfoque de la traducción de estos neologismos: hay vocablos que no sufren modificaciones en ninguna retraducción, palabras que se banalizan y pierden la neologicidad en el texto meta, y palabras que se trasvasan al español mediante neologismos diferentes a los empleados en traducciones previas.
La primera tendencia puede apreciarse en la traducción de los neologismos telescreen y versificator, los cuales no han sufrido ninguna variación según transcurren las retraducciones: siempre se han vertido al español como «telepantalla» y como «versificador». Además de estos casos, encontramos vocablos que sufren variaciones casi imperceptibles, como sucede con speak-write en todos los textos meta salvo 2021c; como novel-writing machine, el cual solo muta en 2021b; o como Floating Fortress, que también permanece invariable en todas las retraducciones salvo en la publicada en 2022.
La segunda tendencia se aprecia en las traducciones de los neologismos ink-pencil y rocket bomb. El primero se ha banalizado en las traducciones publicadas en 1998, 2021b, 2021d y 2022, y ha perdido todo signo de neologicidad: se ha vertido a la lengua meta como «bolígrafo», «lápiz cualquiera» y «un simple lápiz». Por su parte, las traducciones de rocket bomb en 1998 y 2022 también consisten en palabras comunes («cohete») o explicaciones («proyectil teledirigido»).
Por último, la tercera tendencia busca mantener la neologicidad de los vocablos originales en el texto meta creando palabras diferentes a las empleadas con anterioridad. Aquí volvemos, por ejemplo, a speak-write, traducido de manera muy creativa como «parlógrafo» en 2021c; Floating Fortress en 2022, novel-writing machine en 2021b, o memory hole en 1998 y 2021a. Estas ideas aportan un aire novedoso y creativo a neologismos que, en otros casos, se han traducido siempre de la misma manera.
Conclusiones
Como conclusión, se puede afirmar que con el paso del tiempo, puesto que la sociedad ha evolucionado de manera considerable desde el punto de vista tecnológico, se aprecian diferentes enfoques en la traducción de los neologismos que designan dispositivos tecnológicos en Nineteen Eighty-Four.
La aparición e integración en nuestro día a día de dispositivos tecnológicos tan similares a los que inventó Orwell para su obra abren una vía de reflexión para quienes quieran traducir esta obra en la actualidad: tal y como se aprecia en las tablas 1 y 2, aunque muchos vocablos se traduzcan de manera idéntica o muy similar en todos los textos publicados hasta la fecha, se detectan casos en los que los neologismos se banalizan y pierden la neologicidad en la traducción, y casos en los que se realiza un esfuerzo activo por crear neologismos novedosos que difieran de los acuñados en traducciones anteriores.
A este respecto, cabe mencionar que el reto de traducir ciencia ficción en la actualidad, haciendo hincapié en los neologismos que designen cualquier tipo de tecnología, plantea el reto de convertir objetos de lo más normal en la sociedad occidental actual en algo futurista, lejano y sorprendente si se desea respetar la teoría del escopo planteada en 1984 por Reiss y Vermeer. Por otra parte, la creatividad traductora también se encuentra en un proceso de evolución: las nuevas vías de investigación en los Estudios de Traducción invitan a abrir la mente y experimentar con las palabras, los significados y las connotaciones, convirtiendo al público meta en la prioridad del proceso translativo. De esta manera, se aprecian soluciones ciertamente novedosas en traducciones como «parlógrafo» o «Fuerte Flotante», en sintonía con la teoría del escopo y las herramientas de creación lingüística con las que cuenta la lengua de destino.
Por último, huelga destacar que, dados los límites a la extensión de este pequeño estudio, no se pretende en ningún caso obtener conclusiones que puedan aplicarse a la retraducción de la totalidad de neologismos de 1984, ni a la totalidad de neologismos literarios que pueden encontrarse en la novela de ciencia ficción. Como futura línea de investigación, sería interesante ampliar el corpus de estudio, añadiendo más autores y más pares de lenguas, de modo que se pueda obtener una visión amplia de la retraducción de neologismos literarios que permita extraer patrones de retraducción comunes.
Bibliographie
Monografías
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Recursos online
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Referencias primarias
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